Así entró al consultorio, diciéndome “Salgo a la calle sólo” …
Antes de tomar asiento volvió a repetir esta frase, sonriendo y luego se sentó.
Parece raro escuchar esta frase, de un jovencito de 14 años.
Era su segunda sesión. Hacía 25 días había entrado al consultorio y sus primeras palabras fueron “No puedo salir a la calle solo”.
Lo había traído su madre casi a la fuerza, estaba replegado, enojado, triste, tenía miedo, mucho miedo, y hablaba poco y nada, junto a su madre hicimos la primera parte de su historia clínica.
Luego estando a solas fue cuando se animó a decir lo que más le preocupaba de su vida, … No podía salir a la calle solo.
Buscamos en su historia, había perdido a su padre a los 5 años, se murió de un infarto, sin previo aviso. Él lo había vivido… y no lo recuerda como un gran dolor…” Lo extrañé” …dice apenas, tampoco se acordaba de su rostro.
Me refugié en mi nono que me llenó de amor y me malcrió mucho. (relata como algo intrascendente).
¿Qué te pasa ahora? le pregunto…y me cuenta que está muy mal porque ahora perdió a su nono…y desde entonces no puede salir a la calle solo.
Cuanto dolor pensé…cuando dolor tan jovencito, y entonces apliqué rápidamente un tratamiento para esas pérdidas.
Allí estaba el resultado…cuando en su segunda sesión me dice:
“Ahora salgo a la calle solo”
“Ahora me doy cuenta que mi mamá tenía razón, tenía que venir aquí”.
“Ahora sé que esto sirve …y te necesito para otra cosa que tengo que resolver”.
Tan inteligente, conversador y amoroso sigue resolviendo situaciones.
